El consumo de los edificios supone la mayor parte del total de la energía consumida, (40%) sobre todo en las ciudades, por ello se van aprobando nuevas medidas y normativas con la finalidad de reducirla.
Aislar las fachadas contribuye a la eficiencia energética y el ahorro.
Existe un procedimiento básico para la certificación de eficiencia energética de edificios que atribuye una clasificación, de tal forma que el usuario puede conocer cuál es el consumo energético de su vivienda.
Ante la Urgencia de elaborar los procesos que hagan cumplir las exigencias básicas de ahorro de energía, además de otros requerimientos de la LOE, Ley de Ordenación de la Edificación, en el 2006 se aprobó el CTE (Código Técnico de la Edificación), y con él, el DB HE1 (documento básico, ahorro energético).
Hay que tener en cuenta que la mayoría de edificios en España fueron construidos en la década de los 70 y lógicamente presentan deficiencias de aislamiento en cuanto a la situación actual. Ni de lejos se acercan a los requisitos necesarios para el confort ni calidad de habitabilidad actuales.
Ya está en marcha una expansión de sistemas de aislamiento térmico de la envolvente de los edificios ocupando el lugar más alto de podio el SATE la fachada ventilada seguidos de la inyección de aislamiento en la cámara de aire y los trasdosados (aislamiento interior)
Por lo que en Jovimarza consideramos que los sistemas de aislamiento térmico son idóneos para las nuevas construcciones y para rehabilitar fachadas en malas condiciones, otorgando a la ejecución una mayor capacidad térmica y acústica y proporcionándonos un ahorro de entre un 40% a un 60%, además de mejorar la resistencia a agentes externos y de provocar menos emisiones de co2 a la atmosfera.
Por otra parte incluir este tipo de aislamiento aporta un valor añadido a las edificaciones, las cuales verán mejorada su imagen y durabilidad inmediatamente.